6 de enero de 2013

Otra vez

Hoy me acordé de vos... otra vez. Me acordé de cuando te conocí. Yo estrenaba liceo, creo que vos también. Pero en clase te tocaba mirar para el otro lado.
     Al finalizar esa jornada en la que nos vimos por primera vez, regresamos a la ciudad en el mismo ómnibus, y recuerdo haber hecho algo muy pero muy tonto: yo subí primero, vos subiste después y te ubicaste más atrás. Cruzamos miradas tan fugaces que yo pretendí no haberte visto. Al pasar junto a mi asiento para bajarte, me largaste un «Chau»; pero yo te dije «¡Hola!», como percatándome recién de tu presencia.
     Hoy me acordé de vos, de tu vestido azul y tu cinturón negro, de tu pelito largo y tus ojos claros enormes.
     Y hablando de primeros amores, me acordé de vos... porque fuiste mi gran metejón. Esos de la edad de la bobera, platónicos, más irreales que otra cosa. Los del tan mentado mariposeo en la barriga, del suelo que parece más blando, de la época en que todas las canciones de la radio son lindas, y todas hablan de lo que a uno le pasa.
     Hoy me acordé de vos... porque tengo muchas ganas de sentirme así de nuevo.

2 comentarios: